Vender no es sencillo. Está claro que es un oficio complejo porque reúne muchas variables a considerar. En este artículo queremos enseñarte 3 claves para afrontar el acto de vender y para que, con práctica, lo conviertas en un arte.
Si quieres cerrar una venta tienes que lograr que tu cliente confíe en ti; es decir, que no le queden dudas de que les dices la verdad. Por eso…
Asegúrate de comunicarte con un vocabulario accesible y de entendimiento inmediato. Olvídate de términos grandilocuentes (como ese) y céntrate en llevar la conversación por terreno conocido. Lo último que quieres es perder la atención de tu cliente porque su mente divagó al escuchar la palabra “inefable”, cuando describías los beneficios de tu producto.
Entiende que el tiempo de tus clientes es mega valioso. No hagas que sientan que lo desperdician escuchándote hablar sobre un producto que quizá no quieren. Mantenles atentos. Es decir…
El ritmo y tono de voz que utilizas es tan importante como el producto mismo. Ya sea que vendas cara a cara o digitalmente. El ritmo y el tono se pueden transmitir muy bien también por escrito. No se trata de ir a las carreras o de hablar sin respirar, pero por favor no asumas el tono y ritmo de una maestra de ceremonia en una partida de bingo para personas de la tercera edad.
Haz que se rían. Sencillo, ¿verdad? El humor no se le da a todo el mundo, cierto, pero todos compartimos cosas como que siempre tenemos alguna anécdota graciosa para contar. Si le metes humor al asunto, será más fácil mantener la atención de tu cliente.
¡Ojo! Ten en cuenta que siempre puedes encontrarte a alguien sin sentido del humor. No te sientas mal, siempre hay de todos los colores cuando de la gente se trata.
Si estás teniendo un mal día desde que te despertaste, ve con paso cauteloso. Es posible que tu actitud pueda extrapolarse al momento de la venta. No está mal estar de malas, es normal, pero si hubiera que elegir, puede que sea mejor esperar a un día en que te sientas más sólido en lugar de que tu cliente se lleve un mal recuerdo tuyo.
PD: Si les caes bien desde el principio, es más probable lograr la venta. ¡También es importante llamarlos por su nombre! Es un detalle sencillo pero muy poderoso al momento de lograr cercanía instantánea.
Un valor agregado es un beneficio extra que alguien obtiene de haber adquirido un producto o, más comúnmente, un servicio. Por ejemplo, digamos que vendes hamburguesas y haces entregas a domicilio. Un buen valor añadido sería que esa entrega a domicilio no efecte el precio final de la hamburguesa, o que la misma incluya una ración gratuita de papas fritas. Este punto tiene que ver con…
Así de sencillo. Ofréceles más que solo aquello por lo wue están pagando. Puede ser una asesoría gratuita, un libro de recetas sin costo añadido… Es un elemento que te ayudará a lo siguiente.
Si el cliente te recuerda a ti y a tu oferta antes que a los otras 5 ofertas que recibió del mismo tipo de producto o servicio, significa que hiciste bien el primer punto de este artículo y que tu producto le ofreció algo más que los otros, no. Busca siempre ser distinto.
¡Pero cuidado! Ser distinto no significa ir por la vida afirmando que eres el mejor del mercado. Eso es de prepotentes y suele caer bastante mal. No te masajees el ego. Tú labor es satisfacer la necesidad que tiene tu cliente. Y listo.
Cuando presentes tu producto o servicio no maximices las promesas ni las expectativas solo porque suena más bonito. Mantén todo realista. Si lo que ofreces es bueno, será suficiente. Recuerda que no existe el producto que le resuelva la vida a nadie.
¿Recuerdas cuando hablamos de generar confianza en tu cliente? Parte de esto tiene que ver con tu capacidad de transmitir tu experticia, tu experiencia en el campo. Y si no eres un experto, al menos aprende lo más que puedas sobre el producto y habla con el corazón cuando le prometas al cliente que confías en eso que le estás ofreciendo.
La garantía es importante porque significa seguridad. Es un capa más de cobertura que le ofreces a tu cliente. Comunicas con ello que lo respetas y valoras su inversión, por lo que le das una manera de proteger su dinero. No subestimes el poder de la garantía; no se trata solo de una tradición en el mundo del comercio de bienes. También aplica perfectamente a la hora de ofrecer un servicio.
El acto de vender puede ser intimidante, pero ¡ánimo! La práctica hace al maestro.